Palabras en Conmemoración de los 60 años de la FLACSO Dra. Josette Altmann Borbón, Secretaria General
Señor Luis Guillermo Solís Rivera, Presidente de la República.
Señor Alejandro Solano Ortiz, Ministro a.i. de Relaciones Exteriores y Culto
Señoras y señores diputados
Señoras y señores Ministros de Estado
Señoras y señores Magistrados y Miembros del Tribunal Supremo de Elecciones
Señores y Señoras Embajadores y Representantes de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de Costa Rica.
Autoridades Universitarias
Señores Daniel Camacho Monge y Francisco Rojas Aravena, exsecretarios generales de la FLACSO
Profesor Marcos Roitman
Amigas y amigos todos;
Corría el año de 1956. La UNESCO afinaba los últimos detalles para su Conferencia General, que se llevaría a cabo en Nueva Delhi, en noviembre de ese año. Del otro lado del mundo, las delegaciones de los países latinoamericanos y caribeños emprendían un largo viaje hacia la India, donde antes de arribar a su destino, debían hacer una corta escala en la ciudad de Karachi, en el vecino Pakistán.
Una vez ahí, varias delegaciones latinoamericanas son detenidas aduciendo razones sanitarias, en específico la falta de vacunas, aunque el objetivo político de “perturbar” la importante reunión internacional que se llevaría a cabo en la India, se esboza como una posibilidad de esta detención. No importa cuál fuera finalmente la razón; lo cierto es que este pasaje creó una gran fraternidad y cercanía entre las delegaciones de América Latina y el Caribe, lo cual a la postre resultaría fundamental para lograr los objetivos de la región en el marco de la Conferencia.
Finalmente, en Nueva Delhi se resuelve crear una Facultad de Ciencias Sociales para América Latina y el Caribe, para lo cual se convoca a una Conferencia Latinoamericana de Ciencias Sociales que se celebra en Río de Janeiro a inicios de 1957. En dicha reunión, la delegación chilena percibió que no había unanimidad en cuanto a la candidatura brasileña para ser la Sede de la nueva Facultad, por lo que decidieron apostar por una movida arriesgada. Enviaron un cable a Santiago indicando que “si no recibían instrucciones en contrario”, presentarían la candidatura chilena para ser Sede del nuevo Organismo. Siendo la reunión al día siguiente, era improbable que se recibiera una respuesta en tan corto plazo, y así la delegación chilena pudo comprometer el apoyo de su gobierno a la empresa de sentar los cimientos de una Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Uno de los principales gestores de la FLACSO fue el Profesor chileno Gustavo Lagos Matus, jurista de profesión pero politólogo por vocación. Lagos fue el primer Secretario General de la FLACSO, y permaneció en ese puesto hasta 1964. La primera promoción de estudiantes dio inicio en 1958 mientras, que las oficinas de la FLACSO se ubicaban en un edificio de la Universidad de Chile.
Durante la década de los 60, la FLACSO se transformó en un destacado polo de atracción de la investigación y docencia en Ciencias Sociales en la región, donde el influjo de científicos sociales provenientes de Brasil después del golpe de Estado de 1964 fue un punto importante en su desarrollo.
Sin embargo, otro Golpe de Estado, esta vez en Chile en 1973, así como la persecución política que se produce como consecuencia, coloca a la FLACSO en una situación de crisis, obligando a cerrar los programas académicos y a reubicar la Sede de la Secretaría General.
Entre 1973 y 1979 FLACSO atraviesa el período más crítico de su historia, en que su misma existencia se ve amenazada. Para evitar una debacle fue decisiva la dedicación, el esfuerzo y la visión de muchos funcionarios y allegados a la institución, entre los que cabe destacar a Arturo O’Conell y Rodolfo Stavenhaguen, a quien hoy rendimos un sentido homenaje.
En el convulso escenario latinoamericano de la década de los 70, la mayoría de los gobiernos estaban poco interesados en promover el avance de las ciencias sociales, a las que en muchos casos consideraban una amenaza. En el fondo, las luchas de la región seguían siendo por temas como los de soberanía y autodeterminación, democracia, igualdad, justicia social y un desarrollo inclusivo y sustentable.
Por otra parte, la creación de las Sedes de México y Ecuador generó una pugna entre estos dos países por alojar la Secretaría General.Así las cosas, la solución llegó de forma inesperada: el ofrecimiento del Gobierno de Costa Rica para hospedar la Secretaría General consiguió amplio consenso, pues no solo resolvía el dilema México-Ecuador, también se ofrecía como uno de los pocos países que reunía condiciones mínimas en términos de estabilidad política como para resguardar la continuidad de la FLACSO. De la mano del Dr. Daniel Camacho, quien asume como Secretario General, FLACSO logra superar la crisis y para 1982, cuando celebraba su 25 aniversario, la situación de la Secretaría General estaba asegurada y la sobrevivencia de la institución garantizada.
La consolidación de la FLACSO supuso un salto cualitativo para las Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Las distintas Sedes, así como los Programas y Proyectos, se convirtieron en referentes del pensamiento crítico propiamente latinoamericano, generando conocimiento sobre la realidad política y social de la región.
´Seis décadas´ es una frase que se dice con facilidad, pero los desafíos que ha debido superar esta institución para que hoy podamos estar reunidos en esta actividad, han sido grandes. En seis décadas FLACSO ha estado presente acompañando a la región en sus distintos ciclos, como un ojo crítico que observa, examina, investiga, analiza pero también propone y construye en conjunto con los países de América Latina y el Caribe un futuro que valga la pena ser vivido.
A través de los cambios, de los distintos procesos que ha atravesado la región en estas décadas, FLACSO ha estado presente en el desarrollo de pensamiento crítico. En la época de las dictaduras, fue refugio para académicos e investigadores; en la época de la democratización fue aliado intelectual para construir instituciones fuertes y efectivas; y en nuestra propia época, dominada por la post-verdad, la FLACSO sigue apostando por la rigurosidad, la seriedad, y la búsqueda del conocimiento científico de la realidad social.
Me permito hacer énfasis en el significado que reviste esta celebración que nos reúne en la sede del Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, uno de los organismos electorales más respetados de América Latina y del mundo, que ha garantizado la pureza del sufragio en este país por siete décadas.
Así también, en la esencia de la FLACSO, se encuentra la defensa de las instituciones democráticas, pero también el apego a sus principios fundacionales, a los reglamentos y la normativa docente del sistema que han sido en todo momento el motor de su trayectoria y gobernanza, a través de la investigación y la formación de profesionales en Ciencias Sociales altamente competentes en lo profesional y en lo ético, que contribuyen desde distintos ámbitos al desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños.
Hoy la FLACSO es un sistema robusto que incluye 18 Estados Miembros, 1 Estado Observador y 15 Unidades Académicas asentadas en países de América Latina, el Caribe y España.
En la coyuntura actual, donde el mundo vive grandes incertidumbres en la política, la economía, en el ámbito social y en lo humanitario, la FLACSO debe continuar con sus aportes al desarrollo y la integración latinoamericana y caribeña. El trabajo de las y los profesores, investigadores e investigadoras son un referente esencial en la mirada regional e internacional, en los análisis nacionales y los hallazgos en el ámbito local. Todo este gran acervo de conocimientos, y el que hemos construido a lo largo de casi 60 años, es lo que se le reconoce a la FLACSO como entidad pionera de las Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe. Es la legitimidad de nuestra Institución la que nos impulsa hacia nuevas metas de desarrollo, calidad, eficiencia y productividad profesional en el campo de las ciencias sociales.
Principales desafíos
Sin embargo, nadie duda de los múltiples y significativos desafíos que enfrenta la FLACSO en un universo cada vez más competitivo y escasos recursos nacionales y una reducción fuerte de la cooperación internacional, así como con demandas de una población que ya no se satisface con las tecnologías educativas del pasado. Tampoco es un secreto que los aportes gubernamentales, cuyo peso continúa siendo insustituible para la Institución, puedan garantizarse como fuentes estables de ingreso, en los tiempos apropiados, por el cambio de circunstancias.
Cinco importantes desafíos que enfrenta la Facultad para seguir ocupando el lugar de privilegio que históricamente han representado:
1. A la FLACSO se le reconoce como un actor académico central de las Ciencias Sociales en la región. Empero día a día emergen otras entidades en universidades públicas y privadas que ofrecen programas similares (postgrados) y luchan por este primer lugar. El desafío de nuestra organización es superar sus propios estándares de calidad, garantizar la acreditación de sus graduandos y ofrecer formación en aquellas áreas tradicionales y emergentes que requieren las sociedades para su desarrollo. Los contextos y los liderazgos y las formas de hacer políticas, las formas de hacer negocios, las vías por las cuales se comunican nuestras sociedades y sus pueblos, los mecanismos que sirven de conexión culturales se han transformado radicalmente. En consecuencia, nuestra misión se mantiene: ofrecer un puente entre el mundo de las ideas y de las políticas públicas.
FLACSO ha tenido capacidad de incentivar, inducir, promover y desarrollar el pensamiento crítico en ALC. Este debe ir más allá de las aulas institucionales y abrir espacios de formación y participación de funcionarios públicos, de académicos y profesores universitarios y nuevas generaciones de líderes políticos y sociales. Todo ello en un contexto de amplia pluralidad de enfoques y marcos de análisis.
1. La FLACSO debe transformarse y transformar sus formas de acción en un contexto cultural que se universaliza y localiza a la vez. En donde las comunicaciones electrónicas y las redes sociales evidencian la emergencia de nuevas y más complejas formas de relaciones sociales, culturales y políticas. La Institución debe asumir el desafío de desarrollar nuevas metodologías y formas de enseñanza que aprovechen las ventajas de sociedades cada vez más interconectadas, comunicadas e interrelacionadas, en lo local como en lo nacional y global. Todo ello en un contexto de amplia pluralidad de enfoques y marcos de análisis.
1. Se han venido creando numerosos centros de investigación que abordan temáticas similares a la FLACSO con buenas ofertas profesionales y de servicios que compiten por recursos. El desafío de la Institución es mantener el reconocimiento internacional por la calidad de los investigadores e investigadoras, la solidez científica, y la capacidad de abordajes interdisciplinarios y comparativos. En ello su carácter efectivamente regional, a la vez plenamente inserto en las realidades nacionales, posibilitan el trabajo comparado y el trabajo en red; sobre la base de uno de los grupos de profesionales de mayor significación e incidencia de la región.
2. Mantener la construcción de pensamiento latinoamericano. Nutrir el desarrollo de las ciencias sociales desde la perspectiva de América Latina, elaborar teorías y construir metodologías para el análisis que permitan explicar los fenómenos sociales propios de la región; donde prevalezca el ideal de edificar un nuevo sentido común que promueva una orientación e intereses para que los países cooperen, se complementen y se asocien para buscar insertarse de mejor manera en la actual compleja economía mundial interdependiente.
La defensa de la Democracia y sus aportes en la búsqueda de la equidad y un acceso sin discriminación a los bienes públicos es un punto central en la agenda de investigación y análisis y en la construcción del pensamiento central para y desde la FLACSO
1. Fortalecimiento institucional. Dar estabilidad al sistema, fortalecer la relación académica con los gobiernos. Mejorar mecanismos de diálogo que posibiliten comprender las necesidades de conocimientos, de formación, asistencia técnica que pueda proveer la FLACSO.
No podemos desentendernos de que Ciencias Sociales atraviesan un momento delicado. La preeminencia de que gozaron en otros momentos históricos, está siendo opacada o eclipsada por áreas de saber cuyos productos son más ´útiles para el mercado´, es decir, es más fácil convertirlas en objetos de consumo.
La post-modernidad, con su post-ideología y su post-verdad, parecen dejarnos a los cientistas sociales en una posición endeble y nada cómoda en que se nos pide justificar nuestro trabajo con los mismos parámetros que se le establecen a las ingenierías o las ciencias aplicadas.
No obstante ello (o quizá, justo por ello) hoy más que nunca debemos defender el papel de las ciencias sociales, con sus particularidades y su propia lógica, como una trinchera del pensamiento crítico, y del entendimiento científico de la realidad, primero como un fin en sí mismo, y después como un instrumento para generar cambios que contribuyan a construir una sociedad mejor.
Entonces, ¿siguen siendo necesarias o importantes las ciencias sociales en el siglo XXI? Lo son y lo seguirán siendo mientras nuestro entendimiento de los procesos sociales sea incompleto; mientras la desigualdad, la pobreza, el cambio climático o la guerra, sean moneda común de nuestra convivencia; mientras la democracia se vea amenazada por el populismo, la demagogia o el autoritarismo; mientras las mujeres sigamos siendo tratadas como seres de segunda categoría; o mientras haya exclusión, violencia o crimen.
En fin, mientras el ser humano siga siendo ser humano, se necesitarán personas, cientistas sociales, dedicadas a entendernos, a desentrañar las razones, las pasiones y los mecanismos que nos mueven o nos inmovilizan, que nos conducen al cambio o la parálisis, a la guerra o a la paz.
El papel del cientista social no es nunca un papel cómodo. Y si es cómodo, es porque probablemente lo estamos haciendo mal. La tarea fundamental del cientista social es, como la de cualquier persona dedicada a la ciencia, cuestionar, cuestionar y cuestionar.
Solo después de ese cuestionamiento, siempre fatigoso y poco grato, podemos pasar a la acción. Aquí también tenemos los cientistas sociales un papel y una responsabilidad.
El siglo XXI, con la cantidad y calidad de información que nos ha hecho disponer, exige, demanda, políticas públicas basadas en evidencia científica. La ignorancia no puede ser más excusa para la improvisación. Los cientistas sociales tenemos entonces la responsabilidad de producir esa evidencia basada en datos empíricos que se requiere como base para la toma de decisiones.
Durante seis décadas, la FLACSO se ha dedicado a cultivar las ciencias sociales, y a contribuir, mediante la docencia y la investigación, a lograr los objetivos superiores de las naciones que la conforman.
Hoy renovamos esos votos, convencidos de la importancia de nuestra labor, y comprometemos nuestra voluntad y esfuerzo por el crecimiento y el fortalecimiento de este organismo intergubernamental, internacional, autónomo y plural, como un baluarte de la rigurosidad, el pensamiento crítico y, en última instancia, un instrumento de desarrollo para la región latinoamericana y caribeña.
Muchas gracias.